El ser humano necesita saber, sin trivializaciones, lo que es bueno y lo que es malo. Cuando reflexiona con profundidad, comprende que la vida fácil solo proporciona satisfacciones fugaces en medio de una insastifacción general, descubre que su acierto en el vivir está necesariamente ligado a su desarrollo moral.
-Sin embargo, la mayoría de las personas suelen dedicar poco tiempo a reflexionar con profundidad, no se sabe bien por qué.
Quizá se deba a que la reflexión va unida a la conducta diaria, y quizá advertimos que hemos de cambiar algo en nuestra vida, y nos cuesta hacerlo, y por eso rehuimos un poco pensar en ello.
-Es muy humano, supongo.
Sin duda, errar es muy humano. Pero también es muy humano- y quizá más- el empeño por superar esos errores. Por eso, si en nuestra vida hay una ruptura, sobre la que casi ni nos atrevemos a pensar, debemos alertarnos.
-A. Aguiló-
El blog sin miedos
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