No sé lo que he soñado
en la noche pasada;
triste, muy triste debió ser el sueño,
pues despierto la angustia me duraba.
Noté, al incorporarme,
húmeda la almohada,
y por primera vez sentí, al notarlo,
de un amargo placer henchirme el alma.
Triste cosa es el sueño
que llanto no arranca;
más tengo en mi tristeza una alegría...
¡sé que aún me quedan lágrimas!
-Bécquer-
Desde el blog Sin Miedos
1 comentario:
hola marpin, quien no a tenido sueños en que de seas despertarte, y cuando te despiertas, tu cuerpo y mente aun siguen conectados en pensamientos y obsesión, con lo soñado.
pero lo bueno de los sueños es que despues tienes otros que te hacen olvidar ese, siempre que no sea premonitorio, hay ya no se puede hacer nada.
condor te saluda
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