Erase una vez un grupo de palabras nadadoras. Una de ellas, descubrió en una profunda cueva submarina, un letrero de conchas marinas, que rezaba así: ¡Decepcionados de todos los continentes, unios, unios con el fuego del amor! Aquellas palabras engarzadas en conchas, eran un misterio para las palabras nadadoras, entonces acordaron no contar a nadie el descubrimiento, por si era un milagro o algo peligroso, y colorín colorado las palabras nadadoras siguieron nadando el curso de su destino.
Bien, ya lo he dicho. Punto y seguido. Yo también tengo mucha paciencia con ustedes, nos soportamos pacientemente. Pasan vuestro rayos de luces por este blog diáfano, con cuerpo ciber- astral. ¡Vivir enajenadamente, la locura de vivir! "Locura de vivir, pero completamente carente de adjetivos".
El blog sin miedos, nadando, nadando...
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