lunes, 25 de abril de 2011

Querer a los demás es la mejor ofrenda que podemos hacernos a nosotros mismos.


Cuando algunos le hicieron observar: Muchos se ríen de ti, Diógenes Laercio contestó: También los asnos se ríen de ellos, y eso les trae sin cuidado; del mismo modo, tampoco yo me preocupo de sus burlas.
A la vuelta  de los Juegos Olímpicos alguien le preguntó si habia visto mucha gente: Mucha gente, sí; hombres, muy pocos.
Llamaba " reinas" a las cortesanas de los reyes, pues éstos hacen la voluntad de aquéllas.


Censurándole algunos por frecuentar lugares inmundos, replicó: También el sol visita los muladares y no se ensucia.


El blog sin miedos

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