LA ZORRA Y EL BUSTO
Los grandes son en su mayoría como máscaras del teatro: su aspecto intimida al vulgo idólatra. El asno juzga sólo lo que ve de ellos; mas en cambio, la zorra lo examina a fondo, volviéndolos en todos sentidos; y cuando, al fin, descubre que su conducta no pasa del gesto, les aplica la frase que a una de ellas inspiró el busto de un personaje.
Era un busto hueco, de tamaño mayor que el natural; la zorra, alabando el esfuerzo del escultor, dijo:
-Hermosa cabeza, pero sin seso!
¡Cuántos grandes son como éste un busto!
-La Fontaine-
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