Una vez un cuadro miraba un zapatero y en el calzado señaló un defecto.
El pintor en el acto, requirió su pincel y corrigió la falta. El zapatero entonces dijo:
"Yo creo que la cara está un poco torcida"Y el pecho...¿no está harto escotado?"
Pero entonces Apeles, nervioso, le atajó: "Amigo, no critiques más que los zapatos"
(Ne sutor ultra crepidam. Paráfrasís de la célebre advertencia horaciana. "Zapatero, a tus zapatos")
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1 comentario:
zapatero a tus zapatos
besos
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