lunes, 15 de agosto de 2011

Buenos días por aquí. Un saludo para todos.




Piensa en que te enteras ahora mismo de que te quedan solo tres meses de vida. Visualiza mentalmente qué harías. Es probable que, de pronto, todo aparezca con una perspectiva diferente. Es probable que afloren a la superficie ciertos valores que antes no tenías en cuenta.
Quizá veas entonces de modo distinto la relación con tus padres, hermanos o con tus hijos, o plantees de modo distinto el matrimonio, los amigos o la relación con tus compañeros de trabajo. Quizá te parezcan futíles cosas que hace un momento considerabas muy importantes.

-Bien, pero la vida no puede plantearse cada día como si te quedaran tres meses de vida... No. Por supuesto. Pero ese ejercicio mental nos puede ayudar a pensar en las cosas en las que habitualmente no pensamos, a reflexionar sobre los principios que rigen nuestra vida, a identificar mejor lo que realmente importa.

La vida nos va cargando día a día de rutinas, de adherencias que van entorpeciendo nuestra marcha. A veces hay que pararse y ver qué es lo que queremos, no dar por bueno sin más nuestro status quo, no seguir sumisamente la inercia de todo lo que hemos hecho hasta entonces, sino repensar las cosas a fondo. No podemos olvidar que esos valores y principios son la trama que dan consistencia al tejido de nuestra vida y, por tanto, son nuestro mayor tesoro (además, casi lo único que tenemos a salvo de robos, incendios, quiebras o descensos bursátiles.

-A. Aguiló-

El blog sin miedos

2 comentarios:

escuchando palabras dijo...

Supongo q cuando ocurre algo limite vienen los pensamientos de q haria??? pero seria importante saber si se vivio bien hasta el moemento...despues los ds diaran, besitos

Unknown dijo...

cuando llegas al limite, por cualquier motivo, entonces aprecias a quien tienes todos los dias a tu lado, una sonrisa, miles de detalles en lo que normalmente quizá no repares.
un saludo
marian