viernes, 19 de agosto de 2011

Hay personas que quizá escuchan bastante, pero no escuchan para comprender, sino que escuchan para contestar, para colocar sus ideas o sus aventuras en cuanto tengan el más mínimo resquicio.



Mientras escuchan, solo prestan atención a las ocasiones que su interlocutor les brinda para hablar entonces ellos de sí mismos. Apenas les interesa lo que oyen y, en cuanto pueden, interrumpen con su consejo vehemente, con su historieta aburrida y repetida, con su opinión reiterativa y no solicitada, con su verborrea agotadora. No se esfuerzan en dar consejos útiles, se limitan a recomendar lo que piensan que a ellos les ha ido bien.
HAY QUE ESCUCHAR CON VERDADERA INTENCIÓN 
DE COMPRENDER A LA OTRA PERSONA, 
Y NO SOLO EN EL PLANO INTELECTUAL,
SINO TAMBIÉN EN EL EMOCIONAL.

Alfonso Aguiló-


 El blog sin miedos

1 comentario:

escuchando palabras dijo...

y hay personas q solo quiere confrontar, no conversar, besos buen finde