Cuando volvíamos de la playa se levantó una tarde de viento y arena; llevábamos las cabezas gachas y mi respiración era algo más fuerte, ansiosa, que la de Juanita. Llegamos a la casa y la vimos cerrada, muda y ciega; vimos nuestras maletas en lo alto de la escalera de la entrada; vimos, clavado en la puerta el cartel que decía: EL VERANO SE ACABÓ, escrito con todos los colores de mis pomos; vimos, por primera vez, un gato rojizo sentado que maullaba su abandono.
Abrimos las maletas para vestirnos en el porche, detrás de la casa, solos, invisibles frente al río. Juanita decía una palabra sucia por cada ropa que se ponía. Yo estaba vigilando una nube negra cuando cayeron las primeras gotas.
- Estoy segura que esa gran puta sabía que iba a llover- casi gritó Juanita mientras se resignaba a buscar su uniforme de perro amarillo y ponérselo-. ¿Y ahora?....Son las 10:45 P:m.
Amigas y amigos, disfruten y gocen plenamente del verano 2.011
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