(Una mujer de mediana edad estaba leyendo el libro de su vida, lo hacía sentada de cuclillas en un cruce de caminos. Un caminante encapuchado se detuvo y la observó largamente)
-Buenas horas ¿Quién es Usted?
-Yo soy Dios, Mujer sentada en cuclillas.
-Usted perdone que no le haya reconocido. ¿Tengo que ponerme en pie?
-Soy Dios. Algunos me llaman también Ser Superior. Haz lo que quieras...
-Y yo soy Carmela, emperatriz de Nada. Nací ocupada en solucionar los problemas de otras personas, aún no he aprendido a gozar de mi existencia al cien por cien.
- ¡Ajá! ¡Es una pena, los vivos se mueren inevitablemente! Aquí vienen a sufrir.
- ¿Y lo dice Dios? Usted todo lo sabe y lo puede. ¡Haga algo!
-Carmela ¿dudas?
- Qué humos gasta en vano con alguien como yo. Adiós, Gran Dios.
-Pero...!Un respeto! Cualquiera tiene tiempo para Dios. Tú no me digas adiós, que ya me iré yo cuando quiera.
-En ese caso, hasta mañana si quiere, que usted es Dios. Bueno, con su permiso voy a resolver los problemas de algunos de mis semejantes. Nadie me ha dado mucho amor, supongo que usted tampoco me lo dará. Ni siquiera para mí tendrá los desperdicios. ¡Verdad!
-Vete con mis bendiciones y no olvides que Yo he creado el mundo.
-Tenía que haberlo dejado para otro día. Con todos mis respetos selo digo, ha hecho y colaborado en la chapuza mundial.
-¡Mujer! Han sido sus congéneres los que han traído el mal. Hoy es domingo. Libro los festivos. Tengo mis derechos. Mañana o pasado seguiré creando, a ver si hay suerte y acierto, y por fin el mundo hago el mundo ideal de la armonia.
-Ojalá lo consiga, Dios, ojalá. Encantada de conocerle.
-El placer ha sido mío.
Marpin_
Marpin_
FIN
BLOG SIN MIEDOS
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