Los niños son lo más sano de la raza, lo más puro, como recién salidos de las manos de Dios. Versátiles, ingeniosos, traviesos, colman el mundo de alegría y buen humor. Los adultos vivimos una vida de aprensión por el juicio que les merecemos; de defensa contra su tremenda energía; una vida de duro trabajo, para hacernos dignos de cuanto esperan de nosotros. Cuando se van a acostar sentimos alivio... y a la mañana los recobramos con delicia y expectación. Les envidiamos su gusto virginal de la aventura, su descubrimiento de la vida. ¡De tantos modos los niños nos agrandan la maravilla de vivir y nos ayudan a mentenernos jóvenes!
EL BLOG SIN MIEDOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario