LAS FORQUIADAS.- Dadnos el ojo, hermanas, para que pueda conocer al osado que tanto se acerca a nuestro templo.
MEFISTÓFELES.- Reverentes mías, permitid que me acerque y solicite vuestra triple bendición. Llego a vosotras como un desconocido, es verdad; pero también, y si no me equivoco, como un pariente lejano. He contemplado ya las augustas divinidades antiguas; me he prosternado ante Ops y Rea; he visto ayer, o anteayer a las propias Parcas, hermanas del caos y vuestras hermanas; pero nada encontré jamás semejante a vosotras. Y ahora enmudezco, y me siento transportado.
LAS FORQUIADAS.- Parece que este espíritu tiene buen sentido.
EL BLOG SIN MIEDOS
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