VEN SIEMPRE, VEN
No te acerques, Tu frente, tu ardiente frente, tu encendida frente,
las huellas de unos besos,
ese resplandor que aun de día se siente si te acercas,
ese resplandor contagioso que me queda en las manos,
ese río luminoso en que hundo mis brazos,
en el que casi no me atrevo a beber, por temor después a
ya una dura vida de lucero.
No quiero que vivas en mí como vive la luz,
con ese ya aislamiento de estrella que se une con su luz,
a quien el amor se niega a través del espacio
duro y azul que separa y no une,
donde cada lucero inaccesible
es una soledad, genebunda, envía su tristeza.
La soledad destella en el mundo sin amor.
La vida es una vívida corteza,
una rugosa piel inmóvil
donde nadie puede encontrar su descanso,
por más que aplique su sueño contra un astro apagado.
...Ven, ven, ven como el carbón extinto oscuro que encierra
una muerte;
ven como la noche ciega que me acerca su rostro;
ven como los dos labios marcados de rojo,
por esa línea larga que funde los metales.
Ven, ven amor mío; ven, hermética frente, redondez casi
rodante
que luces como una órbita que va a morir a mis brazos;
ven como dos ojos a dos profundas soledades,
dos imperiosas llamadas de una hondura que no conozco.
-Vicente Aleixandre-
EL BLOG SIN MIEDOS