Una mujer me ha envenenado el alma;
Otra mujer me ha envenenado el cuerpo;
Ninguna de las dos vino a buscarme;
Yo, de ninguna de las dos me quejo.
¡Quién fuera luna,
Quién fuera brisa,
Quién fuera sol!...
Es un sueño la vida,
Pero un sueño febril que dura un punto;
Cuando de él se despierta,
Se ve que todo es vanidad y humo...
-Gustavo Adolfo Bécquer-
El Blog sin miedos
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