Todos sus escritos son sencillos y fáciles de entender. La filosofía de Santo Tomás está fundada sobre la realidad de que huevos son huevos. El hegeliano podrá decir que un huevo es una gallina realmente, porque es parte de un proceso interminable del venir a ser; el berkeleiano podrá sostener que huevos hueros sólo existen como existe un sueño, ya que es tan fácil llamar a un sueño causa de los huevos como a los huevos causa del sueño; el pragmático podrá creer que conseguimos lo mejor de los huevos revueltos si se olvida que jamás fueron huevos y sólo recordando la revuelta...
Marpin y la Rana
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