PETRARCA. Noche y día voy buscando mi daño, que para el resto estoy ciego y cansado; sólo a Amor, a ella y a la Muerte anhelo.
Amor dice a mi oído sus querellas, diciendo: "Mientras ella esté en el mundo, sus virtudes lo harán bello y jocundo; luego, mi reino me morirá con ellas.
Marpin y la Rana.
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