lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Acaso te he pedido, Hacedor, que de esta arcilla me hicieses hombre? ¿Yo te he rogado que me alzases de las sombras? El Paraíso Perdido.

Descansamos: un sueño puede envenenar nuestro sueño.
Al levantarnos, un incierto pensamiento echa a perder el día.
Sentir, concebir o razonar, reír o llorar;
abrazar las penas o alejar nuestras cuitas.
Todo es igual porque, sea de alegría o pena,
la ruta de la partida está siempre libre.
La víspera no se parecerá quizás al mañana.
Sólo la inestabilidad es constante.
-Mary W. Shelley-




                                  El blog de Marpin y la Rana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mary W. Shelley escribió Frankenstein

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