La mirada del escritor se concentra en una sociedad que a menudo se manifiesta de manera viciosa, depravada, decadente y corrupta.
El cielo norteamericano, que fuera el ámbito interminable de la libertad, el aire norteamericano que fuera el aliento vivo de la libertad, se ha convertido en una sola presión masificadora encaminada a la destrucción de la individualidad humana a través de la supresión de los últimos vestigios de vida privada, sin la cual el hombre y la mujer, no puede ser un individuo.
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