El Nuevo Testamento dice justo lo opuesto. El infierno es la experiencia de soledad que procede de nuestro orgullo, egoísmo y pecado.
Una historia famosa, que se cuenta a menudo, ilustra lo que es un peregrino-a en la tierra. En el siglo XIX un turista norteamericano visitó a un rabino polaco, Hofetz Chaim. El turista estaba asustado de ver que la casa del rabino consistía en una habitación solamente, con unos libros, una mesa y un banco.
-"Rabino", le preguntó el turista, "¿dónde están sus muebles?"
"¿Dónde están los suyos?", contestó Hofetz Chaim.
-"¿Los míos?", preguntó un poco confuso el americano, "pero si yo estoy aquí sólo de paso, de visita".
"Así estoy yo", dijo el rabino.
TODOS NOSOTROS ESTAMOS DE PASO.
Marpin y la Rana.
Nota a pie de página: El castigo se deduce del crimen y no procede de un juez o un vengador.