domingo, 9 de enero de 2011

A mi maestro Giuseppe Tomasi de Lampedusa.

Cuando miro el amor, ya consumido,
Mientras pudiera todavía
En mis dedos sentir aquella tibia
Piel que la edad irá borrando,
Cuando aún en sus ojos hermosísimos
La luz celebra, y al perderse
Sombra y derrota dejan en los míos,
Cuando sé que el amor, hora cumplida
Su reino, me abandona,
Quisieran ir los ojos detrás suyo,
Y rescatar de su doliente estela
Algo de bellos días, una imagen
Que el tiempo no humillará
Y pudiera seguirnos a la muerte.


                                    El blog Sin Miedos

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