domingo, 23 de enero de 2011

La juventud perdida, año 2.011- Hermanos contra hermanos.

En un mercadillo de playa, donde se vendían productos de belleza, perfumes  y tarros de una crema rejuvenecedora de la piel, un grupo de señoras miraban interesadas los puestos, y una de las  señoras le preguntó con desconfianza a la joven vendedora.

-¿Sirve la crema de verdad para algo?

-¿Qué si sirve, qué si sirve dice usted? - repitió la vendedora, y volviéndose a una niña que estaba a su lado , dijo:

-Mamá, dale un tarro de la crema a esta señora.

                                         El blog Sin Miedos y la eterna juventud

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